Consejería
Es por el amor fraternal que permanece en nosotros, la familia de Dios, que oramos y obramos los unos por los otros, manteniéndonos firmes en nuestro espíritu para que ninguno de nosotros caiga.
Es por el amor fraternal que permanece en nosotros, la familia de Dios, que oramos y obramos los unos por los otros, manteniéndonos firmes en nuestro espíritu para que ninguno de nosotros caiga.